Nos aterrorizan para ponernos a unos contra otros, autóctonos contra extranjeros, inmigrantes regulares contra irregulares.

Nos aterrorizan obligando a muchos de nosotros a emigrar en busca de condiciones de vida menos odiosas.

Nos aterrorizan obligando a muchos de nosotros a la clandestinidad: con la policía a la espalda y con el miedo de las expulsiones, el Estado y los patrones empujan a millares de individuos a la sombra, haciéndoles aún más dóciles a la explotación.

Nos aterrorizan con el chantaje del trabajo asalariado: o te vendes a un patrón, o te mueres de hambre.

Nos aterrorizan con la imagen del Extranjero "bárbaro e integrista" para hacernos acpetar más restricciones, más controles, más precariedad; o bien para hacernos amar una identidad nacional vacía y falsa - si el capitalismo no reconoce fronteras, ¿porque deberían hacerlo los explotados?.

Nos aterrorizan con la policía en los barrios, con las rondas fascistas, con las redadas. La criminalidad, es el pretexto (en el fondo, ¿de donde surge la criminalidad, sino la necesidad del dinero?), el objetivo real es hacernos bajar la cabeza a todos.

Nos aterrorizan con la cárcel o con las expulsiones, con los cuarteles o los campos de internamiento para los clandestinos.

Cuanto más se odian los pobres, más engordan los ricos...

Nos aterrorizan haciéndonos creer que "terrorista" es quien lucha contra el Estado y contra los patrones, y no quien bombardea poblaciones enteras, coloniza las tierras y las mentes, y derriba las casas con las excavadoras.

Es hora de que el miedo cambie de campo.

Es hora de que del odio entre las "razas" se pase a la solidaridad de clase, a la guerra de los explotados contra los explotadoros.

QUE EL MIEDO CAMBIE DE CAMPO

[Traducción: Palabras de Guerra]

 
 

Il sito guerrasociale.org non è più attivo da molto tempo. In queste pagine sono stati raccolti e archiviati in maniera pressoché automatica tutti i testi pubblicati. Attenzione: gli indirizzi (caselle postali, spazi occupati, centri di documentazione, email, ecc.) sono quelli riportati nella pubblicazione originale. Non se ne garantisce quindi in nessun modo l'accuratezza.